domingo, 17 de febrero de 2013

Carpe Diem


-         Hay que ser felices pues nuestro tiempo es escaso y, como en cualquier caso esto se acaba, mejor disfrutar del tiempo disponible que malgastarlo maldiciendo nuestra suerte.

-         Estoy harto del carpe diem. Que vengan a por mí cuando quieran, pero que no esperen que encima les reciba con una sonrisa. Que vengan ahora si se atreven y no por la espalda, cuando esté desprevenido. Y no me pidas que esté contento porque algún día me llevarán. Disfrutaré cuando me apetezca y el resto del tiempo estaré cabreado, si quiero.

-         Algún día te arrepentirás por el tiempo malgastado sufriendo por lo inevitable.

-         ¿Y cómo puedo basar mi felicidad presente en la desgracia futura? Regalas un juguete a un niño y le dices que lo disfrute mucho porque dentro de un rato se lo quitarás para siempre. Pues a ratos reirá y a ratos se quejará por la injusticia de darle algo y además informarle de que más tarde se lo arrebatarás para no devolvérselo jamás.

-         A todos nos gustaría tener el juguete para siempre, pero la vida no es como nos gustaría que fuera, ni como nos dijeron los demás que sería, la vida es como es. Y tenemos dos opciones: rechazar el juguete con una pataleta o jugar con él hasta explotar todas sus posibilidades, exprimir su jugo hasta que nada quede.

-         Quien me dio el juguete pretende que me despiste con él, que juegue entretenido hasta que él decida que llegó la hora y me lo quite de las manos. Pues yo dejo el juguete a un lado y le miro a los ojos. Le digo que no quiero su juguete y que venga a buscarme cuando quiera, que me he dado cuenta de su juego y que a mí no me puede engañar.

-         ¿Y si nadie te lo dio? ¿Y si el juguete brotó junto a ti de forma espontánea? ¿Y si el que te quita el juguete lo hace contra su voluntad? ¿Y si lo hace para darte algún día un juguete mejor? Desconoces los motivos de tener este juguete entre las manos, si es que alguno hay y si de haberlo puede ser comprendido por tu mente humana. Disfrútalo mientras puedas y al menos que cuando te lo quiten no llores porque, perdido en un mar de dudas, aún no habías abierto ni siquiera la caja que lo contenía.

-         De acuerdo, abriré la caja y lo probaré. Pero de vez en cuando lo apartaré a un lado y miraré a mí alrededor. Aunque no pueda ver nada sé que, de algún modo, algo invisible me está mirando. Y a ratos lloraré, porque sé que ese algo que me observa, llegará un día en que todo me lo arrebate. Al menos así me sentiré libre.

1 comentario:

  1. Arrepentirte de no haber aprovechado el tiempo o deleitarte por haberlo hecho son cosas a sentir en vida... según lo veo, están fuera del contexto de la muerte , - )

    Siendo así repetar o no el Carpe Diem es algo personal, que solo importa en vida, y que debe respetar el principio de felicidad, es decir, sentirnos felices es más importante que perseguir el Carpe Diem , - )

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